Shampoo y acondicionador casero

Shampoo y el acondicionador mantienen el cabello limpio y con aroma. En lo que respecta a estos dos productos hay que tener mucho cuidado porque el cuero cabelludo es tanto o más delicado que la piel del rostro y está expuesto a muchos agentes nocivos; es por ello que hoy ponemos a tu disposición una receta casera para que puedas hacer tu propio shampoo y acondicionador.

Las siguientes recetas naturales son realmente muy buenos para tu pelo, cumplirán con creces sus funciones y de a poco tu cabello y piel volverán a verse hermosos y saludables.

1.- Receta de shampoo

Nota: Puede modificar esta receta a tu gusto con aceites esenciales de sus hierbas y flores favoritas.

Ingredientes

1 hoja de Sábila
2 cucharadas de Miel
1 cucharada de Vinagre de Sidra de Manzana

Preparación

Quite la piel de la penca de sábila y corte el gel en pedazos.
Vierta la sábila en una licuadora con la miel y el vinagre de sidra.
Licúe hasta que el gel se disuelva, la mezcla debe ser espumosa, de color verde pálido y de textura gelatinosa.

Modo de empleo

Aplique la mezcla al pelo mojado masajeando lentamente todo el cuero cabelludo para aflojar la suciedad. Asegúrese de dar un masaje a fondo a toda la cabeza.
Deje actuar durante 15 minutos.
Enjuague con agua tibia o la temperatura ambiente.
Haga un enjuague final con agua fría para cerrar las cutículas del cabello.

2.- Receta de Acondicionador

Para el acondicionador, probablemente ya tiene los ingredientes en su casa.

Ingredientes

1 yema de huevo
1 cucharadita de aceite de bebé
Agua

Instrucciones

Mezcle los ingredientes anteriores.
Utilice como un acondicionador normal.

Nota. Hasta que nuestro cuero cabelludo se adapte a la nueva situación, es posible que los primeros días produzca un exceso de caspa
Recomendaciones:

Debes lavarlo en días alternos (un día sí y otro no)
No utilices demasiada cantidad de producto, mejor verter un poco en la mano y luego esparcir
Aprovecha a dar un pequeño y suave masaje en el cuero cabelludo al aplicar el shampoo
No utilices el agua demasiado caliente y al finalizar, el último enjuague que sea con agua fría