Cómo hacer un masaje facial antiarrugas
Las contracciones permanentes que se pueden llegar a producir en la cara favorecen el desarrollo de surcos y arrugas profundas, como sucede en el caso del rictus del arco nasogeniano (el que va de las aletas de la nariz a la comisura de la boca) o el del entrecejo. Hoy te traemos un masaje práctico para rejuvenecer y tonificar tu rostro. Es realmente fácil y te encantará ver el resultado.
Pasos para realizar un masaje facial
1. Aspectos a tener en cuenta
Al igual que solemos hacer con nuestras cremas hidrantantes o las antiarrugas, es esencial que seamos constantes también en este masaje facial que te vamos a presentar. Con él conseguiremos estimular la circulación, tonificar, oxigenar, aportar una musculación esencial mediante la que conseguir un rostro más sano y joven. Pero eso sí, hemos de hacerlo tres veces por semana al llegar a casa.
2.Primer paso: ¡Empezamos con una sonrisa!
Lo primero es limpiar bien nuestra piel, para ello podemos utilizar por ejemplo una infusión de manzanilla. Con un algodón vamos humedeciendo la piel. A continuación vamos a trabajar esa zona de las mejillas, ahí donde suele aparecer primero la flacidez y la pérdida de la tersura.
Ahora vamos a hacer algo muy sano. La mejor vitamina que existe: sonreír. Este gesto sencillo tersa los músculos de las mejillas haciendo que estas se levanten. Después pondremos el dedo índice y el dedo corazón de ambas manos cada uno de ellos en una mejilla, y lo que haremos es empujar un poquito las mejillas hacia arriba y hacia abajo sin hacer mucha fuerza, para conseguir así, luchar contra la caída de la piel, ejercitando los músculos de la cara, reforzando su tonificación. Este ejercicio lo repetiremos 5 veces.
3. Segundo paso: Masajeando nuestra mirada
Para tonificar nuestra mirada pondremos los dedos índice o pulgar por encima de la ceja para tirar de ellas (tal y como ves en la imagen) haciendo poca fuerza pero mantiéndolas así unos diez segundos. Así evitaremos el descuelgue de los párpados, reforzando todos los músculos de esta zona. Repítelo 10 veces.
En la zona de los parpados haremos un masaje mucho más suave. No tienes más que pellizcarlos un poquito para separarlos un poco del ojo. Manténlos así durante unos 5 segundos, masajeándolos con los dos dedos con los que mantienes el párpado en este pellizco suave. De este modo reactivamos la circulación del párpado. Repítelo 10 veces. Ya verás como te hace sentir muy bien.
4. Tercer paso: entrecejo y frente
Lo que haremos en primer lugar, es situar nuestro dedo índice en el entrecejo, es decir, en esa zona situada entre las dos cejas y encima de la nariz. Ahora daremos un masaje circular, consiguiendo así que el músculo se mueva y se reactive la circulación.
Ahora nos centrarremos en las sienes. Un sencillo ejercicio que seguro has hecho en numerosas ocasiones. Al igual que has hecho en el entrecejo, coloca tus dejos índice y haz un masaje circular en cada lado de tus sienes. Durante al menos tres minutos. Todos estos movimientos reactivan la circulación de la sangre de esta zona.
Este masaje facial dura poco más de diez minutos. Cuando termines, no tienes más que aplicarte tu crema hidratante habitual. Repítelo tres veces a la semana, y verás como poco a poco notas tu piel y tu rostro con más luz y más descansado.