Cómo bajar el colesterol sin medicamentos
Hoy en día, la hipercolesterolemia, o colesterol alto, es un problema que afecta a una gran parte de la población y muchas personas no entienden las fatídicas consecuencias que esto supone para la salud.
Tener unos niveles elevados de colesterol es la principal de causa de infartos y crisis cardíacas, pero existen diversas formas de prevenirlo. Por ello en este artículo les enseñamos cómo bajar el colesterol sin medicamentos.
Cómo bajar el colesterol sin medicamentos
1. Fibra
Los granos integrales, los frijoles y las verduras son ricos en fibra y ayudan a reducir el colesterol LDL debido a que absorben la grasa saturada en los intestinos. Para resultados más efectivos consumir salvado de avena, psilio (también recomendado para la constipación) y cebada: reducen entre un 5% y un 10% el LDL.
¿Porqué es tan malo el colesterol malo?
El colesterol LDL es una sustancia grasa que empieza a acumularse en las paredes de las arterias. Como la sangre transporta oxígeno al corazón, al no llegar suficiente sangre y oxígeno, puede aparecer dolor en el pecho. Si directamente no llega nada de sangre a una porción del corazón, se produce un ataque.
2. Abandona el cigarrillo
Los fumadores corren un alto riesgo de desarrollar muchas enfermedades crónicas, entre ellas la aterosclerosis, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Además, el tabaco reduce el nivel de colesterol HDL y aumenta la tendencia a formar coágulos.
El humo de segunda mano también mata
Cada año, 38,000 personas mueren debido a una enfermedad arterial o del corazón a causa de haber aspirado el humo del tabaco de otras personas. Por el sólo hecho de estar en el mismo ambiente que alguien que fuma aumentan su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca entre un 25% y 30%.
3. Elimina el consumo de alcohol
Las personas deben eliminarlo completamente para tener menos posibilidades de sufrir una enfermedad del corazón. El beber alcohol incrementa el nivel de triglicéridos en la sangre (grasas), entre otras cosas.
El alcohol no perdona
La Asociación Americana del Corazón no recomienda beber con el fin de bajar el colesterol o mejorar la salud. Los beneficios, aportados por estas investigaciones, no son lo suficientemente importantes como para incrementar los riesgos que implica el consumo en exceso.
4. Aumenta el consumo la semillas Chia
Al menos dos veces por semana, recomienda la Clínica Mayo. El semilla chia tiene una gran cantidad de ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir los triglicéridos, grasa en sangre. También, disminuye el riesgo de muerte súbita.
5. Cambia por aceite de oliva
Es una potente combinación de antioxidantes y puede ayudar a reducir el LDL o colesterol malo, sin modificar el HDL o colesterol bueno. Según la Administración Federal de Alimentos y Fármacos (FDA) es recomendable consumir alrededor de 2 cucharas de aceite de oliva por día (23 gramos).
Para no engordar, consumir poco
La Clínica Mayo recuerda que el aceite de oliva tiene muchas calorías, por lo que debe consumirse lo recomendado. Para obtener más beneficios, elegir el aceite de oliva extra-virgen, que es menos procesado y contiene más antioxidantes. En cambio, los aceites “light” son frecuentemente más procesados.
6. Ponte en movimiento
Practicar actividad física en forma regular ayuda a elevar el nivel de colesterol bueno o HDL. Según el Departamento de Salud, es necesario hacer aunque sea 30 minutos de ejercicio, cinco días a la semana. Pero si agregas algunos minutos a tu rutina, obtendrás más beneficios.
7. Nueces, semillas y granos enteros
Tienen un ingrediente que inhibe la absorción de colesterol de la comida. La Asociación Americana del Corazón sugiere consumir al menos 3 porciones del equivalente a 1 libra (28,35 gramos) de granos enteros por día.
8. Proteína de soya
Consumer Reports informa que se puede bajar hasta un 10% si se consumen 25 gramos de esta proteína diariamente. Esto sería equivalente a dos o tres porciones de alimentos como leche de soya, frijol de soya y tofú. Por el contrario, deben evitarse aquellos alimentos como el hígado, la carne orgánica, la yema de huevo y los lácteos regulares.