Bálsamo pectoral para gripes y resfriados
En esta ocasión les mostramos como preparar un bálsamo pectoral para gripes, resfriados, y congestiones e infecciones diversas de las vías respiratorias. Los bálsamos pectorales han sido utilizados tradicionalmente para proporcionar alivio y ayudar a combatir infecciones y virus gracias a la acción de los aceites esenciales que contienen, que actúan a través de los poros de la piel, pero también por vía aérea cuando respiramos.
Prepara la receta de bálsamo pectoral, con dos propuestas en cuanto a la fórmula de aceites esenciales, y a continuación algunas ideas para que sea más fácil adaptar el bálsamo a lo que cada uno tenga en casa:
Bálsamo pectoral para gripes y resfriados
Ingredientes:
- 40 ml. de aceite de coco virgen
- 20 ml. de aceite de almendras
- Opcional: 3 ó 4 cucharaditas de cera de abejas, para darle consistencia en el caso de que vuestro aceite de coco esté líquido o vayáis a usarlo en ambientes cálidos.
Aceites esenciales, escoger una de las dos opciones:
1.- Receta con 7 aceites esenciales:
- eucalipto (radiata*) 25 gotas
- romero (verbenona*) 10 gotas
- menta 8 gotas
- tomillo (tuyanol*) 5 gotas
- lavanda 5 gotas
- pino 5 gotas
- cedro 3 gotas
2.-Receta con 3 aceites esenciales:
- eucalipto (radiata*) 30 gotas
- romero (verbenona*) 25 gotas
- menta 8 gotas
Los eucalipto, tomillo y romero son más suaves con la piel. Si no los encontras puedes utilizar otros, pero si son más irritantes adapta la receta reduciendo la cantidad a la mitad o incluso menos.
Preparación:
- Calentar al baño María el aceite de coco y el de almendras hasta que la mezcla esté completamente disuelta. Apartar del fuego, verter en un envase de cristal.
- Una vez haya perdido algo de calor (pero mientras continúa en estado líquido) añadir los aceites esenciales, remover bien y cerrar. Guardar a temperatura ambiente alejado de fuentes de calor y de la luz.
Modo de uso:
- Se puede aplicar en forma de suave masaje sobre pecho, espalda o cuello, según necesidad.
- Para mayor eficacia una vez untado, calentar un paño de fibras naturales como algodón, y extender bien caliente (pero sin que queme la piel) sobre la zona donde se ha aplicado el bálsamo. Abrigarse bien después.
Precauciones:
- Sólo uso externo
- Las personas con piel sensible pueden rebajar la cantidad de aceites esenciales a la mitad o menos.
- No aplicar sobre mucosas, ojos, o áreas de piel agrietada, con heridas, llagas etc.
- Lavarse muy bien las manos después de manipular el bálsamo.
- Las mujeres embarazadas deben consultar con un profesional cualificado antes de usar aceites esenciales.
Recomendaciones para adaptarlo a lo que tengas en la casa
- Esta receta está pensada para el invierno, utilizando un aceite de coco virgen que se mantenga sólido en esta época. Si la deseas para ambientes con calor, debes añadir cera de abejas, o sustituir el aceite de coco por manteca de karité o de cacao.
- El aceite de almendras puede ser sustituido por cualquier otro aceite vegetal de calidad que tengas en casa como el de oliva.
- El aceite de coco puede ser sustituido por cualquier otra manteca que tengas en casa como karité o cacao.
Duración y otros usos
- Si lo guardamos bien cerrado y alejado de la luz y de fuentes de calor, este bálsamo puede durar un par de años o más. Pero si preferimos renovarlo anualmente, y nos ha sobrado algo del año anterior, lo podemos reutilizar como reparador de la piel agrietada de zonas como pies y codos, es excelente como tal.
- Estos productos tradicionales no tienen nada que envidiar a los comerciales, y al prepararlos, además de ganar en autosuficiencia y disfrutar del proceso creativo, contribuímos a mantener los valiosos conocimientos que hemos heredado de nuestros antepasados.