Adelgazar a los 20 años
Si tienes 20 años y deseas librarte de algunos kilos de más o tienes que corregir algunas costumbres nutricionales de la adolescencia, en este artículo te decimos como recuperar la línea. Es normal desearlo, si hemos dejado que unos kilitos de más se instalen en la zona de los glúteos o los muslos tras dejarnos llevar por la pasión al chocolate o a las galletas. Pero antes de iniciar una dieta, calcula tu índice de masa corporal para saber si realmente tienes algo de sobrepeso o no.
Muchas jóvenes creen que están rellenas en cuanto ven que ya no entran en unos vaqueros de la talla “S” o en prendas de la talla 36. Hay que saber asumir que ya tenemos curvas femeninas y dejar de aceptar el canon que dicta la moda juvenil. Pero sí que podemos perder unos kilitos para sentirnos mejor consigo misma. Por qué no, siempre y cuando lo hagamos de manera razonable y sin perjudicar la salud.
Adelgazar a los 20 años
1.-Ventajas
Tu ventaja principal es, sin duda alguna, la motivación y la capacidad de tu organismo para perder peso: ¡siempre es más fácil cuando se es joven!
2.-Estrategia
La decisión de adelgazar puede darte la oportunidad de reorganizar tu alimentación y de comer de manera más ordenada. Es el momento de abandonar la “alimentación adolescente” y tomar referencias para alimentarse de manera ligera y sana: ¡la mejor manera de conservar la línea en un futuro!
3.-Trampas que debes evitar
Querer ir demasiado rápido y restringirte en exceso Es cierto, eres capaz de soportar sin sufrir demasiado el cansancio de una dieta muy (demasiado) estricta. Pero tienes todas las de ganar para recuperar el peso perdido tan pronto termines el régimen. Además, corres el riesgo de tener déficits nutricionales que puedan hacerte perder la forma y la resistencia.
Reducir o suprimir la carne y sus productos derivados.
Aunque prefieras seguir un tipo de alimentación de tipo vegetariano, siempre es mejor consumir pescado y productos del mar en el menú: constituyen, junto a la carne, las mejores fuentes de hierro. Su consumo es más importante todavía cuando observamos el resultado de diversas encuestas que indican que entre un 10 y 15 % de los jóvenes sufre un déficit de hierro y fatiga, como consecuencia.
4.-Come con inteligencia
¿Estás muerta de hambre o tienes ganas de comer algo? Aprende a prever los “anti-picoteo” con inteligencia…
Por ejemplo: Compota de frutas sin azúcar Un bol de queso fresco 0% materia grasa Un yogurt natural o light de frutas Un bol de sopa de verduras Unas lonchas de queso light Rábanos pequeños o tomates cherry Modelos de dietas adelgazantes:
5.-Desayuno
Un lácteo light: un bol de leche desnatada, o un yogurt, o 100 g de queso fresco 0% MG, o 30 g de queso light, o 2 porciones de queso light con 25% MG; Cereales: entre 40 y 50 g de pan, o 2-3 biscotes, o 2-3 panecitos suecos, o 5-6 cucharadas de cereales sin azúcar añadido (según el apetito y la actividad); Fruta: una pieza de fruta o un zumo de fruta sin azúcar añadido ; Una bebida: café, té, achicoria… (con edulcorante, si se desea) ; Si al mediodía no podemos comer una ración lo suficientemente copiosa, añadir: 50 g de jamón o de carne fría sin grasa, o un huevo duro, o 40 g de queso light.
6.-Comida principal (mediodía y noche)
- Sistemáticamente: Una ración (de unos 100 g netos) de carne magra, ave o pescado, o 2 huevos.
- Verduras hervidas en abundancia (de temporada, en conserva o congeladas).
- Un producto lácteo light (ver desayuno).
- Una pieza de fruta o verdura.
- Añadir de vez en cuando: Carbohidratos (pan, patatas, arroz, pasta…) en función del apetito y de la actividad.
- Sopa de verduras.
- Fruta asada (sin azúcar).
- Bebe al menos 1 litro y 1/2 de agua al día.
Cuando pierdas los kilos que deseabas, continúa con una alimentación equilibrada y evita en la medida de los posible los refrescos, la bollería y los dulces.